lunes, 19 de enero de 2015

Insensibilidad congénita al dolor: Entrevista

A partir de la creación de éste blog y de los videos en los que hablé de la insensibilidad congénita al dolor, y mi experiencia, me han contactado mucha gente interesada, como por ejemplo, una estudiante de Galicia, España, a la que le asinaron que hiciera un trabajo de investigacíón sobre ésta enfermedad, y una de las partes más importantes de dicho trabajo, era una entrevista con un paciente, o con una asociación, y ella, después de encontrar mi blog, se pusio en contacto conmigo y me preguntó si yo estaba dispuesta a colaborar en su trabajo, respondiendo una entrevista muy simple, y yo, obviamente, acepté.
He aquí la entrevista que me hizo Marta, la cuál me parece una entrevista super correcta y completa, por lo cual la quiero compartir con ustedes, con el propósito de seguir informando sobre mi caso:

Para empezar me gustaría que me hablara un poco sobre la insensibilidad congénita al dolor desde su punto de vista y caso particular. ¿Cuándo le diagnosticaron su enfermedad? ¿En qué se basa exactamente? ¿Cuáles son las causas de esta anomalía y los síntomas más característicos de la enfermedad?

Desde que nací mi mamá se empezó a dar cuenta que algo pasaba conmigo, porque yo físicamente nací normal, pero hipotónica, o sea que no tenía fuerza en los músculos, por ende casi no me movía, y por esa razón estuve en la incubadora casi un mes, después me dieron de alta, y los médicos le aconsejaron a mi mamá que para la hipotonía seria bueno que me hiciera hacer estimulación temprana, cosa que ella hizo, tuve psicomotricidad desde los 45 días hasta los tres, cuatro años, y gracias a eso hoy en día me muevo y camino como una persona prácticamente normal.
Tampoco me pudo amamantar porque yo no tenía reflejo de succión, entonces tuve que ser alimentada por biberón, primero con leche materna y después con leche común.
Pero lo que más le empezó a llamar la atención a mi mamá es que cuando me empezaron a salir los dientes, a mi me molestaba como a cualquiera, y me toqueteaba la boca como cualquier  bebé por la misma molestia, pero tanto me tocaba que me lastimaba, y no paraba, cada vez me lastimaba más, entonces ella me empezó a llevar al médico para ver qué me pasaba, porqué me lastimaba tanto, ahí algunos médicos le empezaron a decir que capaz que yo no sentía el dolor, por eso me llegaba a lastimar tanto, me empezaron a hacer estudios neurológicos como electroencefalogramas pero, por lo general daban bien.
Después, mi mamá me llevó con un neurólogo  muy reconocido en Córdoba, el doctor Sfaello, él tan sólo con ver cómo me movía, la forma en que miraba, etc, le dijo a mi mamá una serie de cosas que, después, con el pasar de los años, nos dimos cuenta que había dado en la tecla, por ejemplo, él mientras observaba mi comportamiento, le iba diciendo a mi mamá que yo iba a ser una niña inteligente, que iba a empezar a hablar y caminar un poco más tarde de lo habitual, pero que iba a poder estudiar, que al principio, iba a tener un ritmo de vida un poco lento, por la misma complejidad del caso, pero que iba a llegar un momento en que me iba a igualar con las personas "normales" e, incluso, podía llegar a estar un poco más avanzada a nivel intelectual.
Él le dijo a mi mamá que por ese entonces, (estamos hablando de casi treinta años atrás) Acá en Córdoba, donde nací, no había la infraestructura necesaria para hacerme estudios más complejos, entonces le recomendó que fuéramos a Buenos Aires, al hospital Garrahan, que ahí si me iban a poder hacer estudios más exhaustivos, para poder llegar a un diagnóstico clínico.
Fuimos a Buenos Aires, y en el hospital Garrahan me empezaron a ver todo tipo de especialistas y neurólogos, entre ellos podría mencionar a la doctora Tenembaum, directora del área de neurología en dicho hospital, ahí fue cuando me hicieron un electromiograma, y se pudo dilucidar que tenía poca sensibilidad al dolor, pero ellos también querían saber porqué no sentía el dolor, qué era lo que me producía eso, entonces fue ahí que me hicieron una biopsia de nervio sural, y al analizar el nervio se dieron cuenta que no se me había formado la capa de la mielina encargada de, al lastimarnos por ejemplo, esa capa es la encargada de mandar una señal al cerebro para que el cerebro largue una endorfina que nos hace sentir el dolor, y a mi no se me formó esa capa por eso soy insensible al dolor, recién después de ése estudio, pudieron diagnosticarme clínicamente, y esto habrá sido ya cuando yo tenía entre cinco y seis años.
Las causas pueden ser muchas, existe una teoría genética, que dice que la insensibilidad al dolor se produce por la mutación del gen NTKR1, y puede llegar a ser hereditaria, aunque en mi familia no hay ningún afectado por esto, sólo yo.
Los síntomas mas característicos podrían ser la autoagresión a edad muy temprana, por causa de la misma insensibilidad, y lesiones en ojos, boca, manos, rodillas, codos, etc.


Buscando información sobre la insensibilidad congénita al dolor, en muchos sitios los datos son confusos e incorrectos ya que mencionan que el período de vida de los pacientes se alarga únicamente hasta la edad de tres años. Sin embargo, ¿es cierto que es díficil detectar en niños pequeños si padecen o no la enfermedad? Si es así, ¿a qué se debe? ¿Puede confundirse la insensibilidad congénita al dolor con una tolerancia alta a dicho dolor (umbrales del dolor muy altos y tolerancia a los daños hasta un límite más elevado que la media)?

En mi opinión si, puede llegar a ser difícil diagnosticar ésta enfermedad, por que no todas las ciudades o lugares tienen hospitales de alta complejidad, por ejemplo, y no todos pueden llegar a hacer un electromiograma, o una biopsia de nervio sural, entonces ahí tienen que jugar factores económicos para poder ir a una ciudad grande, para poder hacer esos estudios en un hospital más capacitado, a veces hasta se cobran éstos estudios y no son nada baratos.
Yo no soy rica, ni mucho menos, estoy en el seno de una familia muy trabajadora, y siempre anduvimos con lo justo, pero no por eso me faltó algo, nunca me faltó nada… mi madre es separada, mi padre se mudó a Miami cuando yo tenia un año, y ella se las tuvo que arreglar sola, dejando su casa con mis dos hermanos, que en ése entonces eran adolescentes, para poder irse a Buenos Aires conmigo a hacerme esos estudios, por lo que sé nunca se los cobraron, por que el Garrahan es un hospital público, pero es uno de los mejores del país, y si tuvo que pagar algo, entre todos colaboramos, somos muy unidos, y gracias a eso me pudieron diagnosticar, y pude tener una calidad de vida buena, dentro de todo.
Lamentablemente mi ejemplo no se da en todas las familias, y no me extraña que hayan muerto muchos niños, por no haber podido diagnosticarlos a tiempo, y por no haberlos cuidado como tenia que ser, es tristísimo, y es por eso que yo quiero ayudar, para que las familias afectadas puedan diagnosticar a sus hijos pronto y les puedan dar una mejor calidad de vida.
Con respecto a la última pregunta no sabría decirte bien, desconozco esa tolerancia al dolor que vos decís, pero sí, creo que podría llegar a confundirse, y no por eso le quita seriedad a esos casos ni mucho menos, lo mismo hay que diagnosticarlos lo más rápido posible.


Una vida sin dolor parece atractiva y llena de ventajas, nada más lejos de la realidad. En su opinión, ¿qué riesgos conlleva esta enfermedad en su vida cotidiana? ¿Existen formas de evitarlos o reducirlos?

Hoy en día ya no corro tantos riesgos, porque he aprendido a cuidarme yo misma, gracias a la ayuda psicoterapéutica que recibí desde muy niña,  eso me ha ayudado a poder adquirir la noción de peligro que por causa de mi insensibilidad nunca la tuve, después de muchos años de sesiones con distintas psicoterapeutas, pude aprender a cuidarme, y gracias a eso puedo llevar una vida normal en lo posible, hoy por hoy me cuido mucho de no quemarme, por ejemplo, que es uno de los riesgos más comunes, consumo la mayoría de los alimentos a temperatura ambiente, para evitar quemarme la lengua o la boca, que eso puede ser muy riesgoso para mi.
Me cuido mucho los ojos, porque por la misma falta de sensibilidad pestañeo muy poco y se me secan, causando a veces úlceras e infecciones, tengo muy disminuida la vista a causa de esto, y uso diariamente gotas y geles lubricantes para cuidarme la vista.
Y cuidados más comunes como la higiene de uñas, manos, pies etc.
Cuando era más chica siempre tenía alguna lastimadura, mayormente en las manos, tenía infecciones en los ojos muy seguido, generalmente causadas por jugar en areneros y con juguetes como cualquier niño, pero yo me lastimaba con todo, por mi falta de control de la fuerza.
También estuve mucho tiempo en tratamiento con odontólogos especializados, entre ellos la doctora Hidalgo, directora de la cátedra  de servicio de odontología para discapacitados, en la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, ella junto con su grupo de médicos odontólogos y psicólogos, investigaron arduamente mi caso, hicieron varios trabajos de investigación referidos a la insensibilidad congénita al dolor y cómo afecta a la parte bucal, vieron que era imposible que yo mantuviera los dientes permanentes,  y me extrajeron todas las piezas dentarias porque sin querer me mordía, produciéndome úlceras en la lengua, recién después que me sacaron las muelas que me habían quedado, y gracias a un tratamiento con un estomatólogo, el doctor Panico, la lengua se me cicatrizó.
Hasta hoy día no pude completar ése sueño de tener dientes de nuevo, ya que no puedo soportar ni prótesis removibles ni implantes.
Con respecto a lo que decís al principio de esta pregunta, "una vida sin dolor parece atractiva" pues para responder esto, me tomo el atrevimiento de transcribir lo que yo escribí en mi blog al respecto:
"El dolor es algo traumático para el ser humano, y varias veces muchos desearían no tener que sentirlo, a veces cuando hablaba con alguien y le comentaba que yo era insensible al dolor me decían, qué suerte!!!! Y es lógico pensar así, pero para mi y para todos el dolor es como un límite entre nosotros y el mundo externo, y el tener insensibilidad al dolor trae riesgos a veces muy graves de salud que una persona "normal" por así decirlo no tiene o si los tiene son leves, como infecciones... Quemaduras, etc. yo he tenido muchas infecciones y una quemadura de tercer grado casi sin darme cuenta... Así que en conclusión... El dolor es necesario."


Respecto al vídeo que grabó usted hablando sobre la insensibilidad congénita al dolor, ¿cree que contar ante la cámara su relación con la enfermedad le ha servido como terapia o tuvo sobre usted algún efecto positivo?

Siempre supe que padecía una enfermedad rara, de la cual hasta hace unos años se hablaba muy poco, en internet no había prácticamente información al respecto, pero fue después de, por una casualidad googlear lo que tenía, que me topé con un informe de la National Geographic hablando de ésta enfermedad, y de algunos casos que se habían encontrado, y fue un shock, primero por verme tan reflejada en los síntomas que presentaban en ése informe, y segundo, por la gravedad de algunos casos, recién ahí me di cuenta de todos los riesgos que estaban corriendo personas con mi enfermedad, eso que vos comentabas también que tenían muy poca esperanza de vida, que muchos morían muy pequeños por la falta de información, de diagnóstico, de cuidados, etc.
Fue ahí cuando pensé que yo podía llegar a ayudar si contaba mi experiencia, cómo llegaron a darse cuenta que padecía esta enfermedad, cómo llegaron a diagnosticarme, y cómo me manejo hoy en día, llevar más que nada un mensaje positivo, que más allá de la gravedad de estos casos, se puede llegar a un diagnostico, se puede vivir, siempre con algunos cuidados especiales pero en general se puede tener una vida prácticamente normal.
Por eso, digamos que sin querer, puse un comentario en dicho informe, logueada con mi cuenta de Facebook, que yo padecía esa enfermedad y que me parecía genial encontrar un informe tan completo acerca de mi caso, cuando todavía se hablaba muy poco y se encontraba muy poca información, yo sabía que alguien se iba a contactar, también fue ahí cuando creé mi blog personal y traté de contar, con mis palabras, mi experiencia.
A los pocos meses me contactaron unas chicas de México que eran estudiantes de medicina ya del último año, en la Universidad del Noreste, que estaban preparando una exposición para una jornada de investigación, y habían elegido ésta enfermedad por que es una de las diez enfermedades más raras, y al buscar información al respecto encontraron el informe de la NG, y, por ende, mi comentario, y se contactaron para ver si yo podía ayudarlas con la exposición, y también me hicieron una especie de entrevista, prepararon todo un trabajo con mi caso clínico, y fueron ellas las que me pidieron que hiciera uno de los videos en el que hablo de mi caso, mi experiencia, algunas de las lesiones más importantes que tuve, etc, y presentaron el trabajo el año pasado. Después me dijeron que estaban contentísimas, primero porque había salido todo bien, y después me dijeron que ellas no creían que iban a encontrar alguien con ésta enfermedad, y que estuviera dispuesta a ayudarlas, que estaban muy agradecidas conmigo, por haber querido ser parte de ese trabajo, cosa que también fue súper gratificante para mí.
Cada tanto me contacto con gente, algunos periodistas interesados en dar a conocer más acerca de ésta enfermedad, estudiantes de psicología y estudiantes así como vos, que se interesan por ésta enfermedad y hacen trabajos de investigación al respecto, y gente común, que tiene algún familiar o allegado con ésta enfermedad, que tienen dudas al respecto y me escriben y preguntan, lo que yo valoro muchísimo que se interesen, que luchen para que sus seres queridos puedan tener una mejor calidad de vida, y los que investigan me gusta mucho que lo hagan, y que saquen a la luz casos como éste, para que se sepa más, fue un cambio en mi vida, pero creo que tengo ésta misión, quién mejor que yo para contar mi experiencia y ver cómo puedo ayudar, así que bueno es por eso que lo hago, no sé si tomar esto como una "terapia", pero sí me parece algo muy gratificante.
Últimamente, me estoy comunicando con un chico colombiano, que es insensible al dolor y también al tacto, y me contactó para conocer un poco más acerca de mi experiencia, y yo también me sentí muy curiosa por la suya, son casos distintos ya que él tampoco siente el tacto cosa que yo si, en mi caso soy muy sensible al tacto, su caso es un poco más avanzado que el mío pero por ejemplo, él no tuvo esa necesidad de morderse de chico, por lo que tiene menos lesiones en la cara, cosa que me llamó mucho la atención, pero bueno, me he topado con varios casos como el mío, pero con distintas variantes, lo cuál nunca deja de sorprenderme e interesarme, espero poder seguir contactándome con gente interesada, y poder ayudar en lo que sea posible.


¿Cuál ha sido el papel que ha desempeñado sus familiares y amigos en su vida en relación con su enfermedad?

Como he dicho anteriormente, gracias a Dios tengo una familia súper unida, y tanto mi mamá como mis hermanos, sus respectivas familias, tíos y primos, han estado siempre conmigo, ha sido difícil desde el principio, mi vida no fue nada fácil en los primeros años, mi madre se daba cuenta de la complejidad de mi caso a medida que yo iba creciendo, y no fue fácil, pero no estábamos solas, mis hermanos fueron mis padres al mismo tiempo, porque como dije, por cuestiones laborales mi padre se tuvo que mudar a Miami, y no pudo estar personalmente, aún así siempre trató de ayudar en lo que podía. He pasado momentos muy difíciles, y a veces uno se deprime, se cansa… Pero gracias a el apoyo de todos ellos creo que hoy en día soy una persona muy fuerte, y muy capaz, siempre me apoyan en cada proyecto que emprendo, nunca me han dicho "vos no podes, no lo hagas" siempre me han dado la opción de intentarlo, y eso es algo que siempre voy a agradecer, creo que es súper importante contar con ese apoyo, con esa confianza, así que la influencia y el apoyo de ellos en mi vida ha sido FUNDAMENTAL.


Para finalizar, querría saber su opinión sobre la implicación de la sociedad con la insensibilidad congénita al dolor. A nivel social, ¿hay suficiente conocimiento o información sobre dicha enfermedad?

Bien, en primer lugar debo decir, que a causa de la poca información sobre este tipo de casos,  tuvimos que soportar cosas muy molestas a veces, por ejemplo, cuando era chiquita y mi mamá me llevaba al doctor porque me había lastimado o quemado, era tal la ignorancia de algunos médicos que llegaban a pensar que mi mamá era la causante de esas lesiones, una vez casi la denuncian por eso, pero gracias a que mi mamá me diagnosticó a tiempo, tuvo como probar que lo que ella les decía, que yo tenía insensibilidad al dolor, era cierto, no digo que los médicos actuasen mal, porque también hay muchos casos de violencia familiar, y tienen que asegurarse de que no quieran justificarse con un caso de insensibilidad al dolor, por ejemplo, pero primero tendrían que investigar bien el caso antes de llegar a culpar a los familiares, una chica que me escribió diciéndome que tenía una niña pequeña que le dijeron que podía llegar a tener ésta enfermedad, ella me preguntaba qué clase de estudios tenia que hacerle para diagnosticarla, en eso la nenita se quiebra una pierna y la enjuician a la madre por falta de cuidados, sacándole la criatura y dejándola en un lugar provisorio, no querían entregársela para hacerle ésos estudios y poder diagnosticarla, y yo pienso que no sé si en ése lugar hay gente capacitada para cuidar una chiquita con ése problema, así que me parece que en el afán de querer cuidar a la criatura, capaz la están exponiendo a algo más grave, ojalá me equivoque, pero en ése caso por más que traté no pude ayudar mucho, y me tocó muy fuerte porque es algo que suele pasar mucho en estos casos, y que se tendría que abordar de otra manera.
También, se suelen confundir mucho cuando ven a una persona con lesiones en la cara, como las que tengo yo, ya las toman como personas disminuídas mentalmente, y eso solía traerle ciertos problemas cuando mi mamá buscaba escuelas para mí, etc. Por lo tanto creo que también tendrían que analizar bien el caso de cada individuo, antes de sacar conclusiones apresuradas.
Por otra parte, cuando era chica y mi mamá estaba en plena investigación para diagnosticarme y poder entender un poco más acerca de éste tipo de casos, se encontró con una dualidad de opiniones: algunos médicos opinaban que ella tenía que criarme en una casa especialmente adaptada al tipo de gravedad de éstos casos, por ejemplo, que tuviera las paredes y los suelos todos acolchonados, para amortiguar cualquier tipo de lesión, y otros, por lo contrario, opinaban que ella tenía que criarme en una casa normal, expuesta a todos los peligros de la vida normal, pero, obviamente, con una supervisión muy estricta, que me fuera preparando para convivir en un mundo agresivo naturalmente, que fue lo que ella eligió, de esa manera todos los días trato de vivir de una forma segura en un mundo real.
También por causa de la complejidad de mi caso y de la poca información al respecto, siempre fue difícil para mi mamá encontrar escuela para mí, de chiquita fui a escuelas especiales, donde, supuestamente, me iban a supervisar correctamente, pero nunca fue garantizado cien por cien, y tuve algunos problemas por la mala supervisión, por suerte nada grave, pero por ésa causa siempre fue difícil encontrar una escuela para mi.
Ya cuando fui adolescente y ya podía cuidarme yo misma, pude entrar a una escuela común y completar el primario y el secundario.
Éste año voy a entrar a la Facultad de Lenguas para hacer el traductorado de inglés, es un gran paso que me tiene súper entusiasmada, y a mi familia muy felíz y esperanzada, como siempre van a haber dificultades, ya me han dicho que en el tema de la pronunciación son súper exigentes, pero bueno, me tengo mucha fé, y sé que tengo facilidad para los idiomas, me gusta mucho, así que voy a intentarlo.
Hace unos años estuve muy mal de salud, tuve una infección muy fuerte en el tobillo izquierdo, producida por malas posturas, mal forma de caminar, etc, lo que me dejó en silla de ruedas, estuve con un tratamiento de antibióticos muy fuerte por casi tres años, y después cuando se me curó la infección, como tenía los ligamentos del tobillo destruidos, tenía que operarme, y nunca voy a parar de agradecer al equipo del área de traumatología del Hospital Tránsito Cáseres de Allende, en la ciudad de Córdoba, que me hicieron una cirugía reconstructiva muy grande, y después de seis meses de recuperación y rehabilitación, pude, por fín, volver a caminar.
A causa de tener que estar en sillas de ruedas durante casi cinco años, me aislé mucho por eso, hice cursos de informática mientras tanto, pero siempre era un trauma encontrar taxi que quisiera llevar la silla de ruedas con la que me manejaba en ése entonces, siempre salir era un suplicio, por lo cuál no me era fácil estudiar, salir con mis amigos, etc.
Nunca fui de tener muchos amigos, tengo pero muy pocos, y en esos años me venían a visitar de vez en cuando, pero yo misma me sentía incómoda de que me vieran en una silla de ruedas, y me volví, con el tiempo, muy solitaria, rodeada sólo de mi familia.
Ahora, que gracias a Dios ya estoy bien de salud, quiero estudiar algo, ver si puedo cumplir el sueño de completar una carrera, de recibirme, aparte eso me va a beneficiar mucho intelectualmente y, también, socialmente, espero hacer amigos nuevos y poder tener una vida más social, salir más, hacer cosas que por causa de mis problemas de salud no pude hacer, así que bueno estoy muy ansiosa, estudiando mucho y dispuesta a enfrentar todo lo que me espera. 


Insensibilidad congénita al dolor: Los cuidados más comunes

Hace poco, empecé a contactarme con Leo, un chico colombiano que sufre de insensibilidad al dolor, y también tiene insensibilidad al tacto, es muy interesante hablar con él, porque me veo muy reflejada en muchas de las cosas que él padece, y él también, se identifica mucho conmigo, nuestros casos no son iguales, pero tienen mucho en común.
Leo está gestionando una página en la que va a dar información de éste tipo de casos, según su experiencia personal, cosa que me pone muy contenta porque cuanto más gente hable de ésto, más se va a saber, más vamos a poder ayudar a las familias que tengan algún ser querido con ésta enfermedad, para que puedan saber cómo diagnosticarlos pronto, y les puedan dar una mejor calidad de vida.
Leo, muy sabiamente, hizo una lista de los cuidados que debimos y debemos tener a diario, las personas con éste síndrome, lo cuál me pareció muy interesante e inspirador, y pensé plasmar acá lo que el escribió y sumar yo también algunos consejos más:

  • A temprana edad el individuo no entiende que se esta auto lastimando por lo tanto se debe tener ciertos cuidados.
  • Desarrollar sentidos y reflejos. 
  • Estar pendiente con el entorno que nos rodea.
  • Tener muchísimo cuidado a las cosas calientes porque nos quemamos y no nos damos cuenta.
  • La comida hay que dejarla que se enfrié , alejarse de la cocina (ollas alimentos recién preparados) y hornos, motores, fósforos , encendedores, hasta los cigarrillos……..
  • Tener cuidado con las heridas, al no sentir seguimos efectuando nuestra labores y se infectan y sobre infectan.
  • En mi caso me toca tener cuidado hasta con las cosas que están hechas de cristal o vidrio, porcelana, yo muy fácilmente los parto y me corto con ello.
  • Tener un botiquín cerca
  • A temprana edad no es favorable que sus compañeros sepan que no sientes dolor porque van hacer experimentos contigo.
  • Ejemplo: te van a pisar, golpear, empujar, morder….cogerán diferentes elementos para hacerte sentir dolor.
  • Todos los daños colaterales que sufras cuando niño lo veras a futuro. El que no sientas dolor no significa que no te hagas daño en tu propio cuerpo.
  • Ejemplo: te machucaste con una puerta un dedo (no te dolió). como si nada pero ojo la uña se te pone morada, después se te cae la uña y el dedo se pone rojizo, se inflama. Tuve hasta 5 veces un dedo normal, fracturado….
  • Cuidarse mucho los ojos, las personas insensibles al dolor muchas veces parpadean muy poco, y eso hace que los ojos se les sequen y se les formen úlceras e infecciones, yo tuve tantas microúlceras en los ojos que ya tengo las córneas dañadas, la vista disminuida y lo peor es que la disminución es ahora contínua, por lo que ya estoy condenada a un transplante de córnea.
  • Los niños con ésta enfermedad, deben siempre tener supervisión estricta de un familiar, o personal especialmente capacitado, para poder, en lo posible, evitar lesiones graves, y controlar las lesiones que tengan.
Dada la información prometida, les debo contar que estoy súper contenta y entusiasmada, ya que se vienen cosas muy interesantes para el blog, asi que estén atentos a próximas entradas que iré publicando para seguir informándolos sobre ésta enfermedad, lo mejor que se pueda.